Las encías sanas suelen tener un aspecto rosado, con un margen estrecho entre este tejido y los dientes. Pero si las bacterias comienzan a acumularse puede llevar a enfermedad gingival y retracción de las encías.
Al principio, la retracción de las encías puede pasar desapercibida, ya que suele producirse de forma gradual. Sin embargo, un aumento en la sensibilidad de los dientes puede ser una señal para hacer una visita al dentista o al higienista.
A medida que la recesión de las encías avanza, los dientes pueden parecer más largos y las raíces de los dientes pueden quedar expuestas. Si esto ocurre, es importante actuar ante los signos y síntomas para evitar cualquier daño a los dientes y encías. También es posible que tu odontólogo note signos de retracción de las encías antes de que tú te des cuenta.
¿Qué causa la retracción de encías?
Si observas indicios de problemas en las encías, puede ser un poco alarmante al principio. Por ello, a menudo se pregunta a los dentistas qué causa la retracción de las encías y cómo prevenirla. Una causa común de la retracción de las encías es un protocolo de cepillado inadecuado, que consiste en cepillarse los dientes de forma demasiado agresiva e incorrecta. Otros factores que pueden provocar la retracción de las encías son la predisposición genética, los cambios hormonales, el tabaquismo, el rechinar de dientes o una mordida desalineada.
Las causas de la retracción de encías varían, pero conocer algunas de las razones más comunes por las que pueden desarrollarse puede ayudarte a evitarlo y a mantener unas encías sanas y firmes. A largo plazo, una mala higiene bucal puede provocar una enfermedad periodontal y la pérdida de dientes. Del mismo modo, la acumulación de placa que se endurece y se convierte en sarro puede acabar provocando la retracción de las encías.
Signos y síntomas de la retracción de encías
Los síntomas de la retracción de encías pueden aparecer gradualmente, pero detectar algunos de estos signos comunes desde el principio puede ayudarte a controlar este problema.
Los dientes parecen más largos o más grandes: Un signo revelador de una retracción gingival incipiente es que los dientes parecen más largos.
Sangrado o inflamación de las encías: Otros signos y síntomas de la retracción de encías pueden ser el sangrado después de cepillarse, las encías rojas e hinchadas y el mal aliento.
Aumento de la sensibilidad en los dientes: Cuando la retracción de las encías se agrava, es frecuente que las raíces de los dientes queden expuestas. Las raíces expuestas son multifactoriales y suelen ir acompañadas de una sensibilidad extrema. A menudo puede ser consecuencia de un cepillado agresivo e incorrecto con un cabezal de cepillo de dientes de cerdas duras u otros problemas dentales.
Dientes flojos: Si no se eliminan las bacterias que hay bajo las encías, con el tiempo estas pueden inflamarse y retraerse. Se desarrollan bolsas debajo de las encías y quizás notes que los dientes se aflojan. Estos son signos de periodontitis o enfermedad de las encías y empeorarán si no son tratados por un odontólogo.
Tratamiento para las encías retraídas
El tratamiento adecuado para la retracción de encías variará en función del momento en que se detecten los signos. Un tratamiento común para las encías retraídas es la limpieza profunda (raspado y alisado radicular). Esta limpieza profunda de los tejidos funciona limpiando las bacterias y el sarro que pueden haberse alojado bajo las encías, especialmente entre los dientes. Este tratamiento puede ser realizado por un higienista dental, un dentista o un periodoncista. Otra opción, si los síntomas son más graves, es una intervención quirúrgica.
Uno de los tratamientos más comunes es el injerto de encías realizado por un especialista en encías (periodoncista). Este tratamiento tiene por objeto reactivar el tejido gingival o el hueso subyacente y puede consistir en la colocación de una membrana ósea o sintética para fomentar la regeneración.
Prevenir la retracción de encías
A la hora de saber cómo prevenir la retracción de encías existen algunos factores fácilmente evitables. El más sencillo es utilizar un cepillo de dientes de cerdas más suaves, evitar aplicar demasiada presión y no aplicar un movimiento de fregado. Las visitas periódicas al dentista también pueden ayudar a detectar los primeros signos y a prevenir la retracción de las encías con una limpieza suave de cualquier acumulación de placa y sarro. Este tipo de limpieza se recomienda cada dos años para complementar tu higiene bucal diaria.
Otros consejos que tu dentista podría ofrecerte para prevenir esta afección son dejar de fumar, seguir una dieta equilibrada sin cantidades excesivas de azúcar y utilizar el hilo dental con regularidad. La mejor manera de mantener unas encías sanas a largo plazo es una rutina de cuidado bucal consistente en cepillarse dos veces al día, enjuagarse con un colutorio y utilizar hilo dental. El uso de un cepillo eléctrico con un pequeño cabezal redondo y un sensor de presión incorporado garantizará un cepillado seguro y eficaz. Seguir todos estos pasos es una gran manera de prevenir la retracción de las encías y reducir el riesgo de necesitar una cirugía.
Preguntas frecuentes
¿Las encías que se retraen pueden volver a crecer?
Lamentablemente, el tejido de las encías no vuelve a crecer a diferencia de otros tipos de tejido, como la piel. Esto hace que sea especialmente importante buscar los primeros signos de retracción.
¿Cómo evitar que las encías retraídas empeoren?
Si te preguntas cómo detener la retracción de las encías, las mejores medidas son las revisiones dentales periódicas y una rutina constante de cepillado correcto dos veces al día, el uso de hilo dental y de productos recomendados por los profesionales de la odontología, como los enjuagues bucales antibacterianos y las pastas de dientes antibacterianas como el fluoruro de estaño.
¿Cómo tratar las encías retraídas?
Si has observado los primeros signos de retracción de encías, tu dentista diagnosticará en primer lugar la causa o causas. La opción de tratamiento depende del diagnóstico y de la gravedad de la retracción. Un componente integral es el cuidado en casa y las instrucciones de higiene oral adecuadas.
¿Cómo tratar las encías retraídas sin cirugía?
En el caso de retracción de encías asociada a una mala higiene bucal, tu dentista empezará con una limpieza profunda (raspado y alisado radicular).