Haga Que El Cuidado Bucal y El Hilo Dental Sean Divertidos Para Los Niños

Haga Que El Cuidado Bucal y El Hilo Dental Sean Divertidos Para Los Niños

Consejos para hacer de la higiene bucal una experiencia divertida

La salud dental es esencial para la salud general y la estética en la niñez y durante toda la vida. La odontología preventiva, que combate los problemas bucales, no tiene que ser algo aburrido; de hecho, puede resultar hasta entretenida. Esta es una lección importante que todos los niños deberían aprender a temprana edad para beneficiarse al máximo de su rutina de higiene bucal.

Los niños deben oír de los adultos con los que se relacionan que cuidar de los dientes y encías es tan importante como lavarse las manos. Además, nada funciona mejor que dar ejemplo dando muestra de hábitos de higiene bucal adecuados.

Cómo hacer del cepillado y el uso del hilo dental una experiencia divertida

Piensa en formas creativas de hacer que cepillarte los dientes sea algo divertido. Por ejemplo, escuchar sonidos y canciones divertidas durante el cepillado puede ayudar a que la experiencia sea agradable e incluso entretenida. Puedes escuchar una canción que dure dos minutos para que tú y tus hijos os cepilléis los dientes el tiempo recomendado. Además, contar con un cepillo de dientes moderno diseñado para niños que incluya a sus personajes favoritos ayuda a que la experiencia de cepillado sea divertida y permite a los niños llevarse a sus amigos favoritos de la televisión y los dibujos animados al baño con ellos.

Para que los niños se acostumbren a usar hilo dental a diario como parte de una rutina de higiene bucal adecuada, los padres deben convertir la experiencia en algo fácil y divertido. Algunos niños se quejan de que al usar hilo dental les duelen las encías, pero no tiene por qué ser así. Hay aplicadores de hilo dental especialmente aptos para niños que están diseñados para sus pequeñas bocas y sus encías sensibles. Usar productos adecuados para su edad puede contribuir a que los niños pequeños desarrollen un concepto positivo de la salud bucal y se acostumbren a usar hilo dental a diario.

A continuación, se incluyen otros consejos para que los padres puedan enseñar buenos hábitos de higiene bucal:

  • Supervisar a los niños menores de 8 años. Asegúrate de que tus hijos solo usen una pequeña cantidad de dentífrico con flúor cuando se cepillen los dientes. Y cerciórate de que escupen el dentífrico en lugar de tragarlo cuando se cepillen los dientes.
  • Hacer de la higiene bucal un hábito compartido en familiaCepíllate los dientes y usa hilo dental al mismo tiempo que tus hijos. Así darás ejemplo y les enseñarás las técnicas de cepillado y uso dental adecuadas.
  • Comprar el formato adecuado. Elige un cepillo de dientes que tenga el formato y el diseño adecuados para el estado de crecimiento de tu hijo. Los cepillos de dientes para niños pequeños cuentan con mangos anchos y fáciles de sujetar, así como cabezales estrechos y pequeños, y cerdas suaves. Los cepillos de dientes para niños mayores incorporan mangos un poco más largos, ya que a esta edad su coordinación es mejor, así como cabezales más grandes para adaptarse al crecimiento de sus bocas y dientes.

Crea un sistema de premios

Los niños deben cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental a diario, por lo que puedes llevar un control del cepillado de tu hijo en un calendario junto al lavabo marcándolo con estrellas doradas. Si hay dos estrellas al final de la semana, déjale jugar a su juego favorito el viernes por la noche como premio especial.

Convierte el cepillado en una práctica en familia

De noche, reuníos en el baño para cepillaros los dientes durante dos minutos, como se recomienda. Pon una de tus canciones favoritas que dure aproximadamente dos minutos y cepillaos los dientes juntos hasta que acabe la canción.

Añade variedad al cepillado

Deja que tus hijos elijan diferentes tipos de dentífricos con flúor, cepillos de dientes e hilo dental para guardar en el baño y así disponer de varias opciones cada vez que se cepillen los dientes.

Cómo hacer que tus hijos se sientan cómodos en el dentista

Los tratamientos dentales desempeñan un papel importante en la salud y la estética tanto durante la infancia como a lo largo de toda la vida adulta. La odontología preventiva es tan eficaz hoy en día que nuestros hijos saben que pueden disfrutar de una dentadura blanca y radiante durante toda su vida. Y actualmente sabemos tan bien cómo combatir el dolor y el miedo al dentista que ir dos veces al año no debería ser motivo de preocupación para los niños. Estas son algunas de las cosas que puedes hacer para asegurarte de que tu hijo reciba el tratamiento adecuado y desarrolle una mentalidad que le permita disfrutar de una sonrisa radiante durante toda su vida.

Elegir a un dentista al que se le den bien los niños

Hay dentistas infantiles que cuentan con formación adicional y sienten interés en los problemas dentales de los niños. Si no hay dentistas infantiles en tu comunidad, busca uno cuya sala de espera, actitud del personal e interacción con los niños te garanticen una buena experiencia. Solicita a tu médico que te recomiende alguno si no sabes por dónde empezar.

Prepara mentalmente a tus hijos antes de ir al dentista

Los dentistas recomiendan hacerse una revisión cada seis meses, lo que puede dar miedo a muchos niños. Por ello, debes prepararles de antemano. Puedes usar libros con ilustraciones o proponer juegos de roles para explicar a tus hijos lo que va a suceder durante una visita al dentista o llevarles a la consulta antes de la visita para que se familiaricen con ella. Si tu hijo tiene tres años y se porta bien, puedes llevarlo contigo a tu propia revisión para que se acostumbre a la idea.Después de la visita, para premiarle por su buen comportamiento, puedes dejarle ver su programa de televisión favorito o realizar alguna actividad divertida.

Analiza tu propia disposición con respecto al dentista

Muchos padres pueden tener malos recuerdos de su dentista, por lo que a veces transmiten mensajes negativos sobre sus experiencias sin saberlo siquiera. El padre que se muestre más optimista con respecto a la visita debería ser el que acompañe a su hijo al dentista.

Cuida de esos dientes de leche

Aunque a tu hijo se le van a caer los dientes de leche, una atención y un tratamiento adecuados que incluyan empastes, selladores y extracciones de piezas necrosadas, ayudarán a que la mandíbula y los dientes que aún no han salido crezcan bien y se mantengan sanos. Se te sugerirán opciones de tratamiento de las que no disponías cuando eras niño. Recuerda también pedir a tu dentista que te recomiende colutorios con flúor para proteger mejor los dientes de tu hijo contra la caries.

Crea una rutina de higiene bucal

Ir al dentista no es lo único importante. Seguir una rutina de higiene bucal adecuada en casa es fundamental. Estas son algunas de las cosas que puedes hacer en casa entre visitas al dentista para asegurar una higiene bucal adecuada:

  • Enseñar a tus hijos a cepillarse dos veces al día. Los mejores momentos para el cepillado son después de desayunar y antes de dormir. Si tienes hijos menores de siete años, supervísalos cuando se cepillen los dientes por la noche, como mínimo.
  • Usa un cepillo de cerdas suaves. Los de cerdas duras raspan las encías. Cambia el cepillo cada tres meses o antes si se desgasta.
  • Usa un  en el baño. Ponlo dos minutos como mínimo. Según las recomendaciones de los dentistas, para cepillarse bien los dientes se requieren dos minutos y a los niños suele costarles controlar el tiempo.
  • Asegúrate de que tu hijo usa algún tipo de producto que contenga flúor. El flúor está disponible en colutorios y enjuagues bucales, dentífricos, suplementos y en agua corriente fluorada.
  • Evita los alimentos y bebidas viscosos y azucarados, ya que pueden provocar caries.

Con una higiene dental adecuada en casa y en la consulta del dentista, y la cantidad exacta de flúor, tu hijo puede alcanzar la edad adulta con una sonrisa sana.