Una caries profunda u otras lesiones pueden provocar daños o infecciones en la pulpa dental. En una endodoncia (o tratamiento de conductos radiculares), el dentista extrae la pulpa dañada o infectada y la sustituye por un relleno especial que ayuda a mantener la estructura dental remanente. Si la cámara pulpar del diente, que aporta nutrientes a las células dentro del diente, se infecta por causa de una caries o daños provocados por traumatismos, una endodoncia suele ser la única solución para salvar las piezas.
Síntomas de un conducto radicular dañado
Algunos síntomas de que se requiere una endodoncia pueden ser:
- Dolor repentino o punzadas al morder
- Sensibilidad a los alimentos calientes y fríos
- Caries grave o lesión que crea un absceso (infección) en el hueso
¿En qué consiste una endodoncia?
Una endodoncia consta de cinco pasos:
El material que se usa para empastar el conducto radicular puede durar toda la vida, pero es posible que a la larga haya que cambiar el empaste o la corona.